Todo comenzó el 15 de enero del año 1.990, cuando mi mujer y yo, Juan Conejo Basallote, nos encontrábamos en el Hospital Puerta del Mar esperando la llegada de nuestro primer hijo. Estábamos muy ilusionados, pero una pequeña tristeza llegó cuando el médico nos comunicó que nuestro hijo había nacido con una mal formación genética, una trisomía en el paro 21. Nuestra reacción no fue mala, actuamos de buena forma y fue muy bienvenido, aunque sabemos que otros chicos y chicas no tuvieron la misma suerte, ya que por entonces los niños que nacían con este tipo de mal formación genética solían ser rechazados por sus padres y familiares.
Chicos de ASIQUIPU participando en las actividades de la Ruta de la Tapa del Atún en Barbate.
Cuando mi hijo nació no existían muchos centros para ayudar a este tipo de chicos/as, ya fueran con síndrome de down, autismo, etc. Además, los niños no eran los únicos que necesitaban ayuda. Los padres también necesitábamos ayuda, debido al desconocimiento de lo que le pasaba nuestros/as hijos/as.
Un ATS del hospital donde nació mi hijo me estuvo hablando de una asociación que había en Cádiz para ayudar a los niños, por lo que nos unimos a la asociación para que mi hijo se pudiera beneficiar de la ayuda que allí daban, mientras que mi mujer y yo ayudábamos en todo lo que podíamos.
Al ver la labor que realizaban en la asociación de Cádiz, otra mujer de Barbate que tenía una hija con síndrome de down me propuso crear una asociación para estos niños en Barbate. Después de pensarlo detenidamente, decidí ponerme manos a la obra para saber cómo poder crear una asociación. En primer lugar hicimos un censo para saber cuantos niños había en la zona con este tipo de discapacidad. Luego nos pusimos en contacto con un grupo de padres para poner en marcha el proyecto que acabaría convirtiendo en ASIQUIPU (Asociación Si Quieres Puedes).
Antes de crear ASIQUIPU tuvimos que pedir ayuda a AVINE, una asociación de Vejer de la Frontera que ayuda a niños con síndrome de down. El problema era que nosotros pretendíamos crear una asociación más general, que no se centrase en un colectivo concreto de personas, ya que lo que pretendíamos era crear una asociación que permitiera o ayudara a que los niños que tuvieran cualquier discapacidad psíquica se pudieran integrar en la sociedad actual. Por lo tanto, si nos centrábamos en las personas con síndrome de down, estaríamos haciendo lo mismo que el resto de la sociedad con los pequeños colectivos.
Representación del Belén viviente en Barbate (Cádiz) por niños de ASIQUIPU.
Dentro del mundo financiero le pedimos ayuda al ayuntamiento de Barbate, que por entonces tenía de alcalde a Don Francisco Tamayo. Este nos facilitó un local y nos dejó usar la antigua biblioteca municipal. El ayuntamiento también cubría el mantenimiento del local y los sueldos de los profesionales contratados.
Fachada del centro de ASIQUIPU en Barbate (Cádiz)
Decidimos hacer una captación de socios, a la que el pueblo ayudó mucho. Captamos 400 personas. Cada uno de nuestros colaboradores aportaba la ayuda que podía, había personas que podían ayudar con 100 pesetas y otras con 1000.
Al poco tiempo comenzamos a organizar cenas benéficas, festivales, rifas, etc. Todo ello con el unico fin de recaudar fondos. Un ejemplo concreto fue cuando en el año 95 recaudamos un millón doscientas mil pesetas en un festival en el parque Infanta Elena.
En lo que se refiere a este tipo de eventos había mucha participación ciudadana y valoración de las empresas locales, con el fin de llevarlo a cabo.
Aunque ASIQUIPU se creó a raíz de nacer mi hijo, hoy en día está al servicio de todas las personas que componen la comarca de La Janda.
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